EL NEGOCIADOR SUAVE: Es un personaje centrado en la
relación, en no gastar la relación, en donde su participación es amistosa,
donde el objetivo es el acuerdo, donde se confía plenamente en las personas,
puede cambiar fácilmente las posiciones en la relación de negociación, ofrece
más que pedir o esperar fuertemente, se apega a su límite inferior en su
oferta, evita a toda costa una confrontación y a toda costa busca un estado de
acuerdo.
EL NEGOCIADOR DURO: Es el que ve en los participantes a
adversarios, el objetivo es la victoria, exige concesiones como condición de
negociación, es duro con la gente y con el problema, desconfía y se maneja con
cautela, es capaz de amenazar y advertir retirada inmediata, entra a ganar en
un duelo de posiciones, insiste en su posición de gane.
EL NEGOCIADOR
PROACTIVO-PROPOSITIVO:
Donde los participantes son solucionadores de problemas, donde el resultado es
lo que importa, la eficiencia es un criterio importante, es suave con la gente
y duro con el problema, procede independientemente a la confianza, busca a toda
costa criterios objetivos, desarrolla opciones múltiples, busca intereses y
sabe exponer sus límites superiores.
A
continuación presentaré el modelo de tipología ofrecido por la Programación
Neurolingüística de personas tipo según sea su preferencia de utilizar alguna su
modalidad sensorial de preferencia hay otros modelos de clientes o negociadores
que han sido clasificados por otros autores tales como Pickens, quien describe
a 8 diferentes tipos de personajes en una relación o transacción de
negociación:
EL HOMBRE DEL SÍ: A todo te dice que sí aunque no esté
de acuerdo con todo. Y lo más probable es que vaya a criticar algunas de las
cosas que estas presentando. A este personaje hay que confrontarlo con el
proceso que está usando para evadir su posición.
EL QUE TODO LO SABE: Es el que tiene todas las respuestas
ya conocidas por él mismo y es capaz de informarnos acerca de lo que queramos.
A este hay que dejarlo que caiga en contradicciones, de liderazgo y llévelo a
que ayude con su sagacidad al proceso.
EL GRAN PATINADOR: Es el típico presumido y lucidor de
todo lo que es y del poder que tiene. A este, proponle la negociación como una
oportunidad para vaciar su gran experiencia y déjate llevar.
EL PENSADOR TRANQUILO: Es el que necesita tiempo para
asimilar lo dicho, sin poder entonces tomar alguna decisión. Dé le tiempo y
vaya acompañándolo en el proceso.
EL
TEMEROSO: Le duda, piensa en riesgos, en desventajas, teme su pérdida, etc. Hay
que anticiparnos a sus temores, hay que relajarlo, hable recontando los
riesgos, respete y redefina los temores, etc.
EL APATICO DESECHABLE: Esta desconectado de la negociación,
puede soltar en cualquier momento. Genérele demanda o descalifique al proceso
hasta que se enganche de alguna forma. Si puede deje en evidencia su actitud,
recontándola para dejarle la opción de corregirla.
EL CURIOSO: Todo quiere saber, le importan mucho
los detalles, le gusta preguntar hasta lo impensable. Dale información,
reconoce la curiosidad y cuestiona el sentido de tener o buscar tanta
información.
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